Así ya cruzado el umbral de los 30, con derrotas y triunfos a cuestas, con cicatrices en la piel y con sueños desechados en el pozo de mis espíritus, mi soldado de batallas épicas, el Ulises, El Cid Campeador, o sencillamente el escudero Sancho Panza, regresa agotado y exhausto a su bohardilla de ciudad, en espera de que vengan la el los otoñales años, luego de morder el último aliento a la vida, de andar buscando incansablemente el final del arco iris, luego de enterrar a todos sus muertos en el panteón de los recuerdos, en el desván de los objetos inútiles, no encontró mejor lección, mejor epitafio que aquel estribillo que dice; Que el comienzo es el fin-donde acaba empieza el camino.

Hoy a puertas de cerrar un año, y de incinerar con el todo aquello que solo provoco desazón para el alma, hoy a vísperas de empezar a escribir en letra palmer, mis próximos días llenos de tantas o mas incertidumbres, dudas o azares, esbozo al viento al tiempo una sonrisa, una que me diga que este fin no es más que el inicio, que este colofón de mis años perdidos, no es más que el epilogo de mis próximas buenaventuras, que la felicidad o desdicha es un mero-mero plato jugoso y suculento que dependerá como lo comas, que la vida tal vez no es la fiesta al cual esperabas ir o llegar pero ya que te encuentras acá solo queda divertirte, disfrutarlo, que los amores están para vivirlos y sentirlos palpitante en su momento como la más carnosa fruta, para mirarlos atreves de otros como un hermoso paisaje, como postal de vida, de esperanza, de fe.
Y que sobre todo, lo más importante no se es permitido quejarse al final de esta historia, que nadie nos ofreció nada eterno, que no hay amores crucen o trasgredan el tiempo, que los sentimientos son radioisótopos con tiempo de vida medio, que las palabras se las lleva el viento, y que las promesas se hicieron para romperlas, que estas son las reglas de la vida y queda en ti si a pesar de todo: ¿oz gustas jugar o no?, que no importa que nadie te lea lo que comentes o escribas, o que tus fotos no muestren tus lados mas simpáticos, no interesa, que tu cuerpo no sea de modelo de revista, y que tal vez pocos o nadie se recuerde que estas ahí, que existas.
Lo que interesa e importa al máximo es disfrutar día a día tus días, sonreír a pesar de las adversidades, y sobre todo tener la tranquilidad que al dormir nada y nadie te quitara el sueño, por haber obrado con bien, que siempre hay tiempo para hacer una buena acción, que aunque creas que todo ya está acabado, la vida siempre da segundas oportunidades, o terceras o cuartas, pregúntamelo a mí, que aunque sientas que la injusticia asecha en tu vida, piensa que no hay escusas para dejar de ser tu mismo, y que el mejor camino siempre será el más angosto, y aunque todo eso suena difícil de en la práctica, los años te darán la razón...
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