
Existía un precedente, que llamo la atención de los médicos anglos. Era la menor incidencia de las mujeres y hombres orientales, a ciertas enfermedades crónicas tan campearías entre los Americanos, como son la osteoporosis, cáncer (mamas-próstata) y enfermedades del corazón. Al parecer la insignificante y noble soya, y su consumo diario cumplían un papel preventivo y patologico.
Así el manjar de Buda, como grano propiamente dicho tiene la siguiente composición:
38 % Proteína.
30 % Carbohidratos (de los cuales un 15% es fibra)
18 % Aceite (85% no saturado)
14 % Humedad
De su presentación natural, derivan dos formas de frijoles:
Fríjol Maduro/Seco
Fríjol Verde/Fresco
Dependerá del comensal de turno, y cuan gran-animo este tenga, de comer un plato de soya, considerando que ½ taza de fríjol de cualquiera de las dos variedades, difiere grandemente su composición:
Fríjol Proteínas/mg Grasas/mg Calorías/cal
Maduro/Seco 14.3 7.7 149
Verde/Fresco 6 2 60
Se observa, que la madures o inmadures esta en proporción a su composición, mostrando un desfalco notorio en las grases y calorías. Si usted esta pegado a la estricta dieta, puede optar por la presentación segunda, pero si usted, poco o mucho le interesa incrementar esa fofa barriga, y lo que busca es engreír a su paladar, opte por la primera presentación. Lo rico y suculento, casi nunca va de la mano de lo saludable, de estos axiomas ni la noble soya se salva.
Otras ventajas que produce el consumo de soya, son las siguientes aportaciones:
- Proteínas (contiene los 9 aminoácidos esenciales para la salud humana)
- Vitaminas (Tiamina, Niacina, Riboflavina, B6)
- Minerales (calcio, magnesio, zinc, hierro, fosforo)
- Isoflavones (sustancias similares a la hormona femenina estrógeno)
- Flabonoides (ayudan en la función de la vitamina C-antioxidantes)
- Fitoesteroles (propiedades anti-cáncer)
- Terpenos
- Saponinas
- Fibra natural
Los derivados de la soya pasan desde la harina, leche, aceite y salsas; hasta uno que otro mejunjes de receta casera-oriental, que paso al mercado mundial a comercializarse como “otros derivados” mas de la soya. Ellos son el TOFU, MISO, TEMPEH. La tecnología también dio su aportación, con los famosísimos “concentrados” de soya, especial para atletas. Todas estas minucias aplicaciones de la soya, solo están para hacernos la vida más placentera y saludable. Salvo un pequeño error que ha sido pasado en alto.
A todo lo mencionado, solo falta (y es necesario) un licor de soya, para que la dieta alimentaría del hombre moderno sea al 100%. Hay que recordar que no solo de pan vive el hombre, o digo mejor;…”no solo de soya, vive el hombre de occidente”. Desde acá, entonces nuestro reclamo a los investigadores y científicos, para que en adelante, sus ensayos convergen en sacar un derivado etílico de la muy polifacética “soya”. Algo que nos alegre el espíritu, ya que la salud física, la tenemos alegre y en buenas manos.


